Denuncian por anomalías a unas dos mil obras por año
Charlas de Seguridad 25 de octubre del 2013 Seguridad en la Construcción No hay comentarios
Las deficiencias que ponen en peligro la vida de obreros y transeúntes tienen que ver con incumplimientos a las normas que rigen tanto para los trabajos en altura como así también en excavaciones y demoliciones.
En la ciudad de Buenos Aires se denuncian unas 2 mil obras al año por irregularidades al momento de la excavación y la demolición registradas por las empresas constructoras que levantan cientos de edificios en barrios como Caballito, Palermo o Villa Pueyrredón. Tras la muerte de un operario en un obrador de Villa Urquiza, especialistas advierten que faltan inspectores del gobierno porteño y cuestionaron a la Agencia Gubernamental de Control ya que bajo su gestión se produjeron 36 derrumbes graves con 13 víctimas fatales.
El arquitecto Mauro Posadas, de la oficina de Seguridad en el trabajo de gremio de la UOCRA, explicó que las irregularidades constatadas en la actividad son «se dan durante las excavaciones y las demoliciones. También se repiten incumplimientos en el trabajo en altura. Lamentablemente muchas de estas faltas derivan en accidentes fatales».
En este sentido, el dirigente advirtió que en el último año «hemos denunciado sólo por problemas con la demolición y la excavación a casi 2 mil obras en Capital Federal». El sindicato denuncia ante la Dirección de Protección al Trabajo del gobierno porteño unas 15 mil actuaciones al año y el 20% corresponde a los rubros mencionados.
En diálogo con este diario, Posadas explicó que «se denuncia al contratista principal y al comitente. Lo que ocurre es que estamos ante actividad de una magnitud importante y la cantidad de inspectores no guarda relación con las obras que hay. Desde el gobierno de la Ciudad tendría que realizarse un seguimiento en la etapa más critica de las construcciones».
Por su parte, la ONG Defendamos Buenos Aires denunció que el accidente del último jueves puso de manifiesto una baja calidad de gestión de la Agencia Gubernamental de Control (AGC). «La última muerte se produjo mientras se construía una planta baja y un primer piso en Triunvirato al 2985, en una obra que no contó con el control de la vapuleada AGC, la misma que le costó 36 derrumbes y 13 muertos a la Ciudad de Buenos Aires», advirtió Javier Miglino, titular de la entidad.