Si bien sus causas son muy variadas, el estrés laboral y el uso repetido de herramientas manuales son dos de los motivos más frecuentes de este mal que afecta mayormente a mujeres. Cómo tratarlo a tiempo.
Sensación de calor, adormecimiento, hormigueos, entumecimiento e incluso calambres en los dedos al punto de interrumpir el sueño sintiendo la necesidad de «despertar» la mano sacudiéndola. Estas podrían ser las primeras manifestaciones del llamado síndrome del túnel carpiano.
En general, los síntomas se manifiestan inicialmente durante la noche, en una o ambas manos y con el paso del tiempo comienzan a sentirse durante el día. En algunos casos ya no puede distinguirse el frío y el calor a través del tacto e incluso puede sentirse dificultad para realizar tareas delicadas con la mano (coser, abrochar botones, cerrar llaves), y en casos crónicos y/o sin tratamiento, los músculos de la base del pulgar pueden debilitarse o atrofiarse.
Esta afección, cuyo riesgo de padecerla es tres veces mayor en mujeres que hombres y que es muy infrecuente en niños y adolescentes, ocurre por la compresión del nervio llamado «mediano» que se extiende desde el brazo a la mano y controla la sensibilidad de los dedos excepto el meñique, y la acción de algunos músculos de la mano que permiten mover el pulgar.
El túnel o canal carpiano es un conducto inexpansible formado por un ligamento y los huesos pequeños de base de la mano, por donde pasan los tendones que flexionan los dedos y el nervio mediano. En ciertas ocasiones, el engrosamiento de los tendones irritados u otras inflamaciones locales estrechan este espacio limitado, comprimiendo así al nervio mediano.
Si bien no se puede generalizar a cualquier dolor en la mano como síndrome de túnel carpiano, esta afección es la neuropatía por compresión más común.
Se origina a partir de una combinación de factores como predisposición congénita (túnel carpiano angosto), traumatismos o lesiones en la muñeca que causan hinchazón (entorsis, fracturas), trastornos hormonales (hiperactividad de la glándula pituitaria, hipotiroidismo), artritis reumatoide, estrés laboral, uso repetido de herramientas manuales de vibración, retención de líquido durante el embarazo o la menopausia, o el desarrollo de un quiste o de un tumor en el túnel carpiano, entre otras causas.
En general, impacta en primer lugar en la mano hábil y las personas con diabetes u otros trastornos metabólicos que afectan directamente los nervios son más propensos a padecer esta afección.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes para evitar daños permanentes al nervio mediano. Un examen físico detallado de la sensibilidad, la fuerza y algunas pruebas específicas orientan al médico hacia el diagnóstico preciso. Las pruebas rutinarias de laboratorio y las radiografías pueden indicar si hay diabetes, artritis y fracturas. Puede ser necesario confirmar el diagnóstico con pruebas electrodiagnósticas, para evaluar la conducción nerviosa y confirmar el sitio de compresión. Otros estudios, como una ecografía o la resonancia magnética pueden mostrar la anatomía de la muñeca, siendo útiles en casos especiales.
El tratamiento debe instaurarse cuanto antes comenzando por las enfermedades de base, si es que están presentes (diabetes, artritis).
Como primera medida se indica en general reposo de la mano y de la muñeca afectada, y la utilización de una férula para evitar la flexión de la muñeca especialmente por la noche cuando acrecientan los síntomas. La aplicación de frío local puede disminuir la inflamación, si la hubiera. Además se indica tratamiento farmacológico (antinflamatorios no esteroides, vitamina B6, corticosteroides).
Por otra parte, los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pueden ser beneficiosos, supervisados por un fisioterapista. Los tratamientos alternativos por acupuntura y/o quiroprácticos beneficiaron a algunos pacientes, pero su verdadera eficacia no fue comprobada. En cuanto al tratamiento quirúrgico, se recomienda si los síntomas son graves o resisten los tratamientos previos por un período considerable, y consiste en descomprimir al nervio. Esta cirugía en la actualidad se realiza en general en forma ambulatoria y con anestesia local o regional pudiendo los pacientes ser externados una hora después de finalizado el procedimiento. También se desarrollaron tratamientos quirúrgicos endoscópicos que permiten llevar a cabo la descompresión del nervio mediano realizando una o dos incisiones mínimas menores a 1 centímetro.
Aunque los síntomas se pueden aliviar inmediatamente después de cirugía, la recuperación total del túnel carpiano puede tomar meses.
La recurrencia del síndrome de túnel carpiano después del tratamiento es inusual y la mayoría de pacientes se recupera totalmente.
Asesoró: doctor Gabriel Clembosky (MN 87527), médico traumatólogo especialista en cirugía de mano y reconstructiva de miembro superior. Miembro de la Clínica para el Diagnóstico y Tratamiento de patología de hombro, codo y mano de Buenos Aires (CLIMBA)