El articulo de hoy, abarca una epidemia mundial propia del siglo XXI; la fase avanzada del desgaste profesional, se denomina estrés laboral o profesional. Algunos lo conocen como ‘estar quemado’, y, recientemente, ha sido nombrado como síndrome de ‘burnout’.
Este síndrome adquiere enorme importancia para mí, debido a que conozco no solo a nivel profesional sino a nivel personal el desgaste y el malestar físico y psicológico que produce y genera no solo en el enfermo sino en sus seres queridos.
El ‘burnout’ se produce cuando existe un desequilibrio entre la realidad del trabajo diario y las expectativas depositadas en dicho ámbito laboral.
Dicha ‘plaga’ es considerada una de las principales causas del deterioro de las condiciones de trabajo, y, un factor muy alto en cuanto a los niveles de accidentabilidad y absentismo laboral.
De manera casi imperceptible y sin verlo venir, dicho síndrome se presenta como un enemigo en cuanto a la calidad de vida del ser humano.
Como todo trastorno, existen distintos síntomas con los que se puede manifestar: generalmente, las personas con estrés laboral pueden presentar trastornos del sueño, irritabilidad, déficit de atención, memoria y percepción, tensión muscular, fatiga crónica, aislamiento, distanciamiento afectivo, malestares gástricos, ausentismos laborales, y generar adicciones ya sea con el tabaco, alcohol o sustancias psicoactivas.
Los afectados por este trastorno realizan acciones hostiles y generan conflictos en sus relaciones interpersonales, especialmente con aquellos que quiere.
‘Estar quemado’ genera agotamiento profesional, cansancio emocional, baja realización personal y despersonalización. El cansancio emocional producto del ‘burnout’ se define como el desgaste y la pérdida de energía; falta de motivación, malestar psicológico, agotamiento y fatiga ante las exigencias de una tarea.
Por otro lado, la despersonalización se define como el cambio de aquellas actitudes y respuestas que se dan ante las personas que el enfermo atiende o que conforman su clientela. Dichas personas son culpadas y tachadas por el enfermo como individuos carentes de humanidad, ya que la despersonalización es un estilo de afrontamiento que disminuye la implicación personal.
La falta de realización personal se refiere a la pérdida de interés hacia el trabajo, su aislamiento en él o las ideas de incompetencia personal para su ejecución. Las dificultades en las relaciones con otros profesionales y la baja autoestima en relación al trabajo hacen parte de la carencia de realización personal.
Además, aquellos individuos cuyo trabajo implica constante comunicación con clientes o profesionales de la salud, educación y/o asistencia social, conforman el grupo que padece dicha enfermedad con mayor intensidad.
Entre los factores de riesgo hacia la aparición del trastorno, se encuentran la producción laboral, sobrecarga de trabajo, pacientes/clientes difíciles, bajo nivel de sueldo y de calidad de las relaciones en el equipo.
Quemarse por el trabajo se define como una respuesta al estrés laboral crónico integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado.
Importante
Psicoterapia Si sufres del síndrome de ‘burnout’, el fortalecer el ‘yo’ al igual que la manera de afrontar situaciones estresantes se verá positivamente trabajado acudiendo al psicoterapeuta.
Realizar actividades relajantes Se logra por medio de distintas técnicas, como practicar yoga, escuchar música de relajación, meditación, etc. Además, 30 minutos de ejercicio diario reduce los efectos negativos del estrés.
Alimentación Desarrollar y mantener un régimen alimenticio adecuado para evitar el exceso de grasa en el organismo; visitar al nutricionista para que nos proporcione una dieta adecuada.
Ojo con el alcohol Protegerse del alcohol, tranquilizantes, pastillas para dormir que sólo permiten evadir el problema. Implementar horarios de sueño y descanso para recuperarse.