Charlas de Seguridad 31 de octubre del 2013 Entorno de Trabajo No hay comentarios
Pueden transformarse en una herramienta de atracción de talentos en áreas de alta competitividad.
Dolores de espalda, cuello, pies y enfermedades de columna, son sólo algunas de las patologías más comunes a las que se enfrentan los trabajadores de hoy día que deben permanecer muchas horas sentados en mala posición.
Sufrir alguno de estos problemas puede acarrear una disminución en el rendimiento laboral, ocasionando menos productividad y creatividad.
Según la doctora Ileana Ramos, especialista en salud ocupacional, si bien las causas de estos malestares pueden ser varias, el hecho de no contar con una silla adecuada puede tener una gran incidencia.
«La silla es la que determina la postura del trabajador. Si respeta las normas ergonómicas no sólo genera confort sino que ayuda a disminuir patologías a nivel cervical y lumbar», señaló.
En los últimos años se ha visto una mayor concientización al respecto y las empresas le prestan más atención al tipo de silla que incorporan en sus oficinas.
Así lo indicó Daniel Flom, director de Contract Uruguay, empresa especializada en el diseño y construcción de espacios de trabajo. «Si bien a nivel internacional esto es común, en Uruguay lentamente se comienza a prestar atención a las comodidades de los espacios laborales, y a la silla en particular», comentó.
Esto se aprecia principalmente en el sector tecnológico, de diseño y empresas que son filiales de multinacionales.
«El estándar mínimo de requerimientos son respaldos reclinables, apoyo lumbar y para el cuello, base giratoria y con ruedas, posa brazos y altura regulable», afirmó.
Los precios estándar oscilan entre US$ 150 y US$ 300, mientras que para una silla de alta gama, como las de la línea Herman Miller, el valor base es US$ 600.
Una de las tendencias que comienza a predominar es incorporar un mismo modelo de sillas para todos los puestos de trabajo nivelando la calidad hacia arriba, comentó Flom.
De todas formas, aún existe reticencia a gastar lo suficiente. «Los clientes ven y prueban su silla -y otros modelos- antes de elegir, pero siempre piden gastar poco», aclaró Flom.
Un diferencial
Sólo aquellas empresas que quieren destacarse apuestan a sillas de calidad.
Incluso en áreas de actividad donde existe una gran competencia por los recursos humanos -como el sector tecnológico o diseño-, se ha transformado en una herramienta para retener talentos.
«Ante una gran demanda laboral, los trabajadores prestan atención a detalles como el ambiente laboral a la hora de elegir dónde trabajar, y la silla es uno de los elementos más relevantes», destacó Flom.
A futuro, todo indica que crecerá la tendencia a democratizar los puestos de trabajo, volverlos atractivos y cómodos, y para esto, la silla tiene su lugar reservado para marcar la diferencia.
Los asientos personalizados son el modelo a seguir
Un caso particular es Nattion Traffic, grupo que reúne a empresas del sector tecnológico, cuyas oficinas cuentan con sillas personalizadas de la firma alemana, Herman Miller.
Según comentó Daniel Padilla, CEO de la empresa, cada una se adecúa al peso, estatura y tipo de trabajo del empleado. Además se permitió «tunear» ocho partes de acuerdo a los gustos de cada usuario, personalizando colores y tramas. «Si bien no es cuantificable, hemos percibido una mejora en la calidad del trabajo, y en definitiva, un incremento del rendimiento laboral», indicó.