Comer fuera del lugar de trabajo, ciertas distracciones laborales y desconectar cada 2 horas mejoran el rendimiento ¿Qué otras pautas se pueden incorporar?
Las jornadas maratonianas que se viven en muchas oficinas no son buenas para nadie y sólo consiguen ir en contra de la productividad de las empresas.
Esa idea de pasar largas horas en el trabajo, llegar cinco minutos antes que el jefe y marcharse cinco minutos después, el hecho de no hacer descansos, acudir a reuniones interminables o no priorizar las tareas no garantiza que el trabajo se haga mejor y se consigan buenos resultados, consigna un artículo publicado por el sitio español Expansión & Empleo.
Una buena planificación es clave para no pasar más horas de las debidas frente a la computadora, porque «el concepto de productividad o rendimiento en el trabajo es saber optimizar con eficacia nuestras actividades«, afirma a E&E David Comí, socio director de Incrementis.
De este modo, incorporando una serie de pautas a su vida laboral logrará aumentar el rendimiento:
- Comer fuera de la oficina: exprimir cada momento del día reduce la productividad y resta energía. La mente necesita descansar, y por eso los expertos recomiendan hacer una pausa para almorzar.La duración de este momento de desconexión oscila entre los 30 y 60 minutos para que no se convierta en una pérdida de tiempo.
- Distracciones positivas: si la gente hace bien su trabajo no debería preocupar que existan ciertas evasiones. Interrumpir la tarea diaria para consultar las redes sociales o hacer una llamada de teléfono no tiene por qué ser perjudicial, si no se convierte en un motivo para escaquearse o evadir el trabajo.
- Cada dos horas, descanso: a partir de los 90 minutos, la atención decae. Por eso es recomendable y necesario hacer una pausa de cinco o diez minutos para recuperarse y volver con más eficacia.
- Evitar las interrupciones compulsivas: Se debe minimizar las interferencias constantes en el rendimiento como la revisión del correo electrónico, el exceso de reuniones o las numerosas llamadas de teléfono.
- Aprender a decir «no»: hay que saber delegar, conocer lo que se tiene que hacer y trabajar por objetivos. La lista interminable de tareas y el no saber priorizar sólo le harán alargar innecesariamente su jornada laboral.
- Sólo reuniones necesarias: las convocatorias hay que prepararlas adecuadamente fijando una hora de inicio y de final, avisando con antelación y estableciendo unos objetivos claros.
- Ser feliz: ¿Qué pasaría si los trabajadores fueran más felices en su trabajo? Según el 97% sería más productivo, de acuerdo con un estudio de Adecco. Una dotación motivada, que desarrolle su labor en un buen ambiente laboral y con un horario adecuado, conseguirá mejores resultados, tal como concluye Expansión & Empleo.