La mala postura, forzar la visión y el estrés laboral agudizan algunos de los problemas que enfrentan todos los trabajadores de hoy. Consejos para mejorar el bienestar general.
“Oficinopatías”. El término podrá parecer extrañar, pero se refiere a los trastornos de salud y malos hábitos que se generan como consecuencia del trabajo en las oficinas. “El hombre está hecho para moverse, pero es cada vez más sedentario y las actividades que realiza, las hace en posiciones no adecuadas. Usa los ojos y los oídos para tareas para las que no están preparados”, resumen el detrás de escena Carlos Manrique, director Médico de Bombicino Diagnósticos. Así, el sedentarismo se convierte en uno de los principales problemas del mundo y la Argentina no está exenta: para fines de 2016, se calcula que el 73% de la población local va a ser sedentaria, según el Ministerio de Salud.
“En una jornada laboral, una persona hace entre 12.000 y 33.000 movimientos de cabeza y de ojo; entre 4.000 y 17.000 acomodaciones de pupila para ver; y 30.000 pulsaciones de teclado. Y, aun con el mejor equipamiento, las posiciones no suelen ser buenas. El hombre está preparado para recibir un estímulo y pelear o escapar. Ahora, hay una carga permanente de la que no puede huir, lo que genera estrés laboral”, resume Manrique. Aquí es donde se ven las principales “oficinopatías”: cansancio ocular (ojos enrojecidos, llorosos o con quemazón), dolores de cabeza, dolores en hombres, manos y espalda y el “síndrome del edificio enfermo” (en las oficinas cerradas, donde circula siempre el mismo aire). Como solución, se necesita un cambio de hábitos. Manrique sugiere, en el día a día laboral, realizar pausas activas.
“Cada dos o tres horas, detener la actividad durante 10 o 15 minutos para pararse, no mirar ninguna pantalla, respirar, bajar o subir una escalera, hacer ejercicios de estiramiento. Es la única herramienta que hay hasta ahora para prevenir, en algo, las enfermedades de oficina”, alerta. Pero nada de esto ayudará al bienestar general si la persona no lo complementa con medidas también en su tiempo libre, como mejorar la postura y realizar algún tipo de actividad física a diario. “Lo primero es la concientización”, concluye Manrique.