Charlas de Seguridad 18 de marzo del 2012 Prevención de Riesgos No hay comentarios
Puede tratarse de un charco o, simplemente, de mucha agua acumulada en un asfalto que drena mal. En esas condiciones, las posibilidades de que el coche patine sin control aumentarán peligrosamente si los neumáticos están desgastados o bajos de presión y, sobre todo, si se incrementa la velocidad.
La escultura de los neumáticos, su dibujo, tiene muy poca influencia en el agarre cuando se rueda en asfalto seco. De hecho, la superficie de los de Fórmula-1 es, generalmente, completamente lisa y, por supuesto, muy ancha. Estas características, buenas para conducir en seco, son malas para mantener la estabilidad cuando hay mucho agua en la calzada, donde se sujetan mejor unas ruedas más estrechas pero que tengan la máxima profundidad de dibujo.
Aunque el límite legal es de 1,6 mm. de profundidad, cuando se circula en medio de la lluvia la pérdida de agarre comienza mucho antes de alcanzar ese desgaste. Una disminución de la adherencia que puede acabar con una pérdida total de control si se produce el acquaplanning. Se trata de un fenómeno muy temido por los conductores que se produce cuando los canalillos del dibujo de los neumáticos no son capaces de evacuar todo el agua entre la rueda y el suelo, formándose una película a presión que impide el contacto real de la goma con el asfalto. El resultado es el mismo que si calzáramos el coche con unos esquís de agua.
Las posibilidades de que se produzca el acquaplanning son directamente proporcionales a la cantidad de agua, al desgaste de los neumáticos, a la presión de los mismos y, sobre todo, a la velocidad, variables todas ellas sobre las que se debe actuar para prevenirlo.
Si, a pesar de todo, llega el patinazo, lo menos indicado es tocar el freno. Lo principal es mantener la calma y no hacer nada, salvo sujetar el volante. Pudiera ser que durante esos segundos, que parecen eternos, el vehículo pierda la línea que seguía, bien porque éste se desplace o porque estamos en plena curva. En ese caso insistimos en que no toque el freno, intente girar ligera y suavemente la dirección para que las ruedas estén preparadas para seguir la trayectoria adecuada en el momento en que desaparezca el acquaplanning.