Durante las vacaciones de invierno, la tasa de accidentes de tránsito graves es un 50% mayor que con respecto al resto del año, según datos del Centro Experimentación y Seguridad Vial (CESVI).
Junto a las fiestas de fin de año, el recambio de quincena en el verano y los fines de semana largos, es uno de los períodos más peligrosos para el manejo. Esto se debe a cuatro factores:
1. Más vehículos en circulación. El tránsito se multiplica. Al haber más autos, hay más sobrepasos, principal causal de los accidentes. Aunque ocurren especialmente en rutas de doble vía, también se recomienda precaución en las rutas con conexiones peligrosas, como las provinciales 74, 36 y 63. También se recomienda precaución en las que conectan zona norte y sur como las 8, 7, 5, 3 y 22. Hacia el norte, el mayor problema son las rutas 12 y 14.
2. Estado de las rutas. La mayor parte de las rutas del país están en mal estado. A eso, se suman factores climáticos de invierno: lluvias, neblina y nieve. Malos diseños de las rutas hacen que se acumule agua, que junto a la suciedad y manchas de aceite, las vuelve verdaderas pistas de esquí. Verifique el estado de los neumáticos. Manejar a menor velocidad permite que la llanta tenga mayor zona de apoyo y aumenta el agarre.
3. Cansancio. En estas mini-vacaciones todos quieren ampliar el descanso. Muchos salen a la ruta fatigados de una semana laboral, con la idea de viajar toda la noche. Pero el cansancio tiene una fuerte influencia en el manejo: aumenta la cantidad de errores que se cometen al conducir, baja la capacidad de prestar atención en el camino y calcular bien distancias. A estas se suman cuestiones típicas de invierno: el exceso de calefacción en el vehículo propicia fatiga y ciertos medicamentos para gripes y resfríos pueden provocar somnolencia.
4. Situaciones adversas. Son más habituales las lluvias, la niebla, la nieve y el hielo en la ruta.
Las condiciones en la ruta pueden cambiar en pocos segundos de manejo. Es importante prestar atención a las «señales» del clima: la presencia de hielo en banquinas indica que posiblemente la ruta esté congelada. Un pequeño banco de neblina puede advertir una presencia de una zona de niebla mayor. Estar atento y disminuir la velocidad, permite adecuar el manejo a las nuevas condiciones del camino.
Por eso, para evitar accidentes, los consejos básicos a la hora de manejar son:
- Evite manejar de noche. Descanse adecuadamente por lo menos ocho horas y luego emprenda el viaje.
- Elija la mejor opción de ruta. Infórmese bien sobre el estado del camino. Habitualmente las rutas concesionadas tienen asistencia mecánica y mejor señalización.
- Estar atento al clima. Si las condiciones cambiaron o son extremas conviene detenerse en un lugar seguro, como una estación de servicio. Evite las banquinas si se redujo la visibilidad.
- Conduzca relajado. Propóngase desde el primer minuto en la ruta manejar distendido. Descanse cada dos horas o si comienza a sentir que está perdiendo la atención en el camino.
- Coma liviano. Durante el viaje evite las comidas pesadas y no abuse de la calefacción. Realice algunos ejercicios de estiramiento durante unos minutos.
- Lleve juegos y entretenimientos. Si viaja con chicos, lleve entretenimientos para ellos de forma que no distraigan su atención. Recuerde que deben viajar en el asiento trasero.
- Conduzca a velocidad moderada. Más allá de la señalización, deje una distancia prudente entre vehículos y use todo el tiempo el cinturón de seguridad.