Si asistimos a una persona con hipotermia, conviene disminuir la pérdida de calor abrigándola con prendas. Según el especialista de la Clínica Universitaria, nunca se debe aplicar calor directo (agua muy caliente o acercándola excesivamente a una fuente de calor intenso –fuego-) por el riesgo de producir lesiones en la piel al tener disminuida la sensibilidad.
La aplicación de calor humano es eficaz -recalentamiento por contacto- a la hora de reducir la hipotermia. En el caso de tener la ropa mojada, procuraremos cambiarla por prendas secas. No debemos administrar alcohol, e intentaremos ayudar a mantener el nivel de conciencia controlando las constantes vitales (pulso y frecuencia respiratoria) hasta que lleguen los servicios de atención.