Con el objeto de evitar las interferencias previsibles, tanto con los viales de acceso a la obra como con las áreas anejas a ésta, provocadas por el tránsito de terceros (vehículos y transeúntes), se deberá adoptar el correspondiente cerramiento a lo largo de toda la obra, de forma que quede impedido el acceso de personas no autorizadas. Dicho cerramiento deberá estar debidamente acompañado de señalizaciones de seguridad en lugares apropiados, acorde al riesgo específico, además de las oportunas señales en viales adyacentes. A la hora de implantar el vallado de obra se tendrá en cuenta la incorporación de los vehículos a viales, carreteras y vías públicas de circulación, con condiciones adecuadas de visibilidad de acuerdo con la normativa vigente de tráfico.
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