Charlas de Seguridad 20 de julio del 2011 Prevención de Riesgos No hay comentarios
Nunca falta en las fiestas algún personaje que persigue a los invitados llenando la copa y forzando a los asistentes a brindar cada cinco minutos. Tampoco falta el que asegura que es el último, cada vez que toma una nueva copa. O el que invita una tanda de cervezas tras otra.
En el 2007 se ha reportado que Brasil, Argentina y Colombia son los tres países en Latinoamérica con mayor número de muertos en accidentes de tráfico y carretera. Por este motivo, llaves y licor son una mezcla no permitida. La persona que conduce estando ebria no sólo pone en riesgo su propia vida, sino la de los pasajeros a su cargo y las de los tripulantes de otros carros o los peatones. No sólo debe ser por miedo a una sanción como la multa o parte de tránsito. Debe ser por conciencia que la mezcla entre llaves y licor no será permitida.
A todos nos molesta estar cerca de alguien que no sólo arriesga su vida, sino también la nuestra. Entonces, para ser honestos con nosotros mismos y con el resto de la humanidad ¿no será conveniente hacernos un buen examen para ver si nosotros hacemos lo mismo?
La publicidad nos dice que las personas evitan a quienes tienen mal olor, mal aliento, ojos irritados. Para ello se promueven los talcos para pies, los desodorantes, las gomas de mascar, las gotas para los ojos. Pero hay un motivo mayor que puede hacer que la gente se escabulla: es nuestra irresponsabilidad. Si cuando llegamos a la fábrica notamos que la gente nos evita, puede ser porque nuestra actitud tiene que ver con los accidentes que se pueden presentar en la planta.
Al hacer un examen de conciencia, pensemos que la seguridad es un asunto de todos. Y que estimular acciones temerarias, como por ejemplo conducir embriagados nos pueden conducir a la muerte pero también desgastar nuestras relaciones con los compañeros de trabajo. Esto sin contar cómo afecta nuestro presupuesto familiar el invertir una buena parte de nuestro ingreso en bebidas alcohólicas.
Ver a un compañero de trabajo que tiene un accidente es algo muy impactante. A nadie le gusta ver que su compañero es llevado al hospital, pero pensemos que también nos podría pasar a nosotros. Por eso, es importante el autocuidado, seguir todas las medidas de prevención de accidentes, usar el equipo básico de protección personal, guardar las herramientas en buen Estado, informar si alguna herramienta se ha deteriorado y estar alerta para reportar incidentes que puedan representar riesgo.
Empezar a respetar todo lo relacionado con la higiene industrial y en particular con la seguridad vial fortalecerá la confianza en nuestro trabajo y nos evitará muchas angustias y apuros, que tan sólo con un cambio de actitud se pueden lograr. Ganemos el respeto de todos, trabajando con seguridad. Y no olviden: el licor no es un buen compañero ni en el trabajo ni en la vida.