La exposición moderada al sol puede resultar agradable, pero el exceso de sol puede ser peligroso. La sobreexposición a la radiación ultravioleta puede causar quemaduras dolorosas. Además, puede producir efectos secundarios más graves, entre ellos cáncer de piel, envejecimiento prematuro de la piel y otros trastornos cutáneos; cataratas y otros daños a la vista, e inhibición del sistema inmunitario. Los niños son especialmente vulnerables, ya que la mayoría de la sobreexposición de una persona ocurre antes de los 18 años de edad.
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