(Aranjuez, La Paz, Bolivia) Tres técnicos de la empresa Serpetrol, que instala la red primaria de gas natural domiciliario en Aranjuez, La Paz, perdieron la vida y un cuarto recibe cuidados intensivos, tras la fuga ocasionada por la mala manipulación de una válvula de seguridad.
Las víctimas se encontraban dentro de una cámara subterránea cuando ocurrió el siniestro, informó el presidente de la estatal YPFB, Guillermo Achá, quien insistió en que el accidente laboral se debió a una falla humana.
Adán Mamani Mamani (pasante), de 26 años; Miguel Cabrera Terán, de 36; y Mario Calle Fernández, de 21, murieron. Solo Ricardo Cortez salvó la vida, aunque se encuentra en terapia intensiva en el hospital Arco Iris. Los cuatro se dirigieron a inspeccionar la cámara, ubicada en la avenida Hernando Siles, a la altura del arco de Aranjuez, una de las siete que hay a lo largo de los 14 kilómetros de la tubería que nace en El Alto y que tiene un diámetro de ocho pulgadas.
Cerca de las 09.00, mientras manipulaban la válvula de seguridad, se produjo el siniestro, el primero de este tipo que se registra en el país desde 1994, cuando comenzó la distribución a través de redes. Los técnicos de la subcontratista realizaban labores de instrumentación (pruebas con las válvulas de seguridad) para la entrega de la línea primaria.
Según el coronel Hugo Vila, comandante de la Estación Policial Integral (EPI) de la zona Sur, a las 11.00 recibieron la primera llamada de alerta por el suceso. “A las 11.00 recibimos el llamado y nos constituimos inmediatamente en el lugar con bomberos de la zona Sur para rescatar los cuerpos. Tres (personas) lamentablemente fallecieron por inhalación de gas”, informó.
El jefe de la Unidad de Bomberos, capitán Jorge Ramírez, dijo que el personal que se desplegó al lugar ingresó a la cámara con equipo de respiración autónoma para no ser afectado por la emanación que escapaba a alta presión. El área fue acordonada.
“Estas personas estaban haciendo trabajos de verificación de fugas y hubo mala manipulación de una válvula de seguridad, no existió ninguna explosión, ni una rotura de ducto”, aclaró el presidente de YPFB. Tras el accidente, personal de la estatal procedió a cerrar la primera válvula, que se encontraba a cuatro kilómetros, y luego al venteo, que duró hasta las 18.00. Achá dejó en claro que los vecinos no corrieron ningún riesgo.
La Razón se contactó con la empresa Serpetrol, cuya oficina matriz está en Santa Cruz de la Sierra. La persona que atendió el llamado dijo desconocer lo sucedido en La Paz y pidió unos minutos para que los responsables del área respondan a las consultas de este medio. “Se contactarán con usted”, dijo la mujer que contestó el teléfono.
Dos horas después, este medio volvió a llamar y respondió la misma persona. “Le dije que ellos le van a devolver la llamada”, sostuvo molesta, y se negó a proporcionar algún teléfono de contacto de los responsables de su oficina en La Paz o en Santa Cruz.
Una fuente que pidió no ser identificada sostuvo que la subcontratista no contaba con el seguro de vida de sus trabajadores, ya que el mismo habría concluido semanas atrás y se encontraban realizando los trámites respectivos para su ampliación.
Achá dejó en claro que debe ser esta empresa la que indemnice a las familias de sus empleados fallecidos en Aranjuez. Desde 2014, YPFB cuenta con un reglamento de distribución de gas natural, que norma las condiciones técnicas, legales, económicas, así como los procedimientos administrativos, para realizar este tipo de actividades.
Según este reglamento, debe existir un gabinete de regulación, en cuyo interior está la válvula de acometida, un regulador y accesorios para el suministro de gas, que eran los que supervisaban los técnicos de la firma Serpetrol. Estos eran los trabajos finales antes de la entrega de la línea primaria, ya que la prueba con aire había sido realizada con éxito.
Hay medio millón de conexiones
Conexiones
Hasta diciembre de 2015 Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) realizó 500.000 conexiones de gas domiciliario en el país.
Previsiones
En 2016 la empresa estatal tiene previsto efectuar 100.000 instalaciones más, y en cinco años se estima que llegará a un millón.