- El conductor ve que el tren se acerca, pero calcula mal la velocidad y la distancia.
- El conductor acelera para cruzar antes que el tren y el tren lo atropella o el automóvil choca contra el costado del tren. Cuando el tren se aleja del cruce, el conductor arranca inmediatamente y cruza las vías sin mirar si se aproximan otros trenes; como consecuencia es atropellado por un tren en una vía adyacente.
- El conductor está “demasiado familiarizado” con un cruce y no tiene cuidado al acercarse a dicho cruce.
- El conductor no observa ni obedece la señal de precaución al avanzar ni los demás letreros y señales de advertencia.
- Cuando el conductor conduce a la noche o en un lugar que desconoce, viaja a una velocidad demasiado alta y no puede detenerse a tiempo o conduce frente a un tren.
- La radio, los teléfonos celulares y otras distracciones impiden que el conductor preste atención.
- Las ventanas del automóvil del conductor están cubiertas de escarcha o suciedad y el conductor no puede ver con claridad las señales de advertencia o el tren que se aproxima.