El propósito de esta charla es comprender los riesgos del monóxido de carbono y explicar los beneficios de las alarmas de monóxido de carbono.
El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro, tóxico, que se produce durante la quema de combustibles a base de hidrocarburos. La mayoría de las exposiciones al monóxido de carbono son el resultado de sistemas de ventilación inadecuados ó defectuosos. Si no se detectan, pueden lesionar ó aun matar a los ocupantes de una residencia ó negocio. La importancia de mantener todos los aparatos que funcionan con gas en buen estado de funcionamiento, no puede subestimarse. Sin embargo, para mayor seguridad, considere la posibilidad de instalar un detector de monóxido de carbono. Estos trabajan con batería ó con corriente alterna.
Consejos de Seguridad:
- Conozca los síntomas del envenenamiento con monóxido de carbono, que incluyen pero no se limitan a dolor de cabeza, náuseas, mareo, falta de energía ó letargo.
- Consulte al fabricante para las instrucciones de instalación; usualmente estas unidades se instalan en los dormitorios y cerca de los aparatos de gas.
- Revise periódicamente las alarmas, de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
- Si la unidad funciona con baterías, manténgala con baterías alcalinas de buena calidad. ¡No utilice NUNCA baterías recargables!
- NUNCA cubra u obstruya la unidad con cajas, ropas u otros desechos que puedan interferir su funcionamiento.
- Asegúrese de que su familia sepa cómo suena la alarma y revise los procedimientos para evacuar el edificio, si llega a sonar.
- Haga revisar y probar anualmente su sistema de gas para detectar fugas, problemas de ventilación y otros problemas.
- Cambie el módulo sensor con la periodicidad recomendada (usualmente cada dos años). Consulte al fabricante para conocer detalles específicos.
- Si la alarma suena, evacue inmediatamente a su familia y no regrese hasta que profesionales de seguridad hayan encontrado y corregido el problema.