Cuatro aspectos a tener en cuenta para la prevención de un ACV
Charlas de Seguridad 4 de diciembre del 2017 Prevención de Riesgos No hay comentarios
El control de factores de riesgo y algunas prácticas saludables resultan fundamentales para evitar un gran porcentaje de casos de esta patología.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes cerebrovasculares causan alrededor de 6,7 millones de muertes anualmente en el mundo. Así, se posicionan entre las diez principales causas de fallecimientos a nivel global.
Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son fenómenos agudos que se deben, sobre todo, a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. Sus causas principales son una dieta malsana, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol.
El síntoma más común del accidente cerebrovascular es la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara. Otros síntomas consisten en: la aparición súbita, generalmente unilateral, de entumecimiento en la cara, piernas o brazos; confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice; problemas visuales en uno o ambos ojos; dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación; dolor de cabeza intenso de causa desconocida; y debilidad o pérdida de conciencia.
Es importante destacar que, de acuerdo a información de la OMS, el ACV resulta prevenible. A través de algunos métodos de prevención, las personas pueden disminuir al mínimo las posibilidades de sufrir este tipo de patología.
Es importante tener en cuenta que fumar es uno de los principales factores de riesgo por el daño que provocan en las arterias, por eso se recomienda dejar de hacerlo. Otro factor de riesgo son las arritmias, como la fibrilación auricular, lo cual hace importante la realización de estudios clínicos para averiguar qué factores de riesgo tiene cada persona. En este sentido, también es necesario chequear los niveles de colesterol.
Las personas que padecen diabetes también tienen riesgo de sufrir un ACV, por lo que deben controlar su enfermedad para evitar un evento de estas características.
Hacer ejercicio en forma regular es una práctica que puede mejorar las condiciones generales de las persona y, en consecuencia, contribuir a la prevención de los accidentes cerebrovasculares. Del mismo modo, consumir alimentos bajos en grasas es recomendable.
Los síntomas de un ACV son diversos, pero es importante conocerlos para poder detectarlos lo más rápido posible. La falta de sensibilidad, la debilidad o parálisis repentinas en la cara, las extremidades, especialmente en un solo lado del cuerpo. paralelamente, el paciente puede sufrir confusión súbita, problemas repentinos para hablar o entender, así como también puede experimentar dificultades para ver con uno o ambos ojos. El dolor de cabeza súbito y muy intenso, sin causa aparente, es otro de los síntomas característicos de un ACV en curso. Es importante saber que ante la aparición de cualquiera de estos síntomas -aún más si se dan en conjunto- hay que tomar medidas urgentes, que incluyen llamar a una ambulancia para que pueda trasladar al paciente a un centro de salud lo antes posible.
En este sentido, un estudio realizado recientemente por la Fundación para el Estudio de las Neurociencias y la Radiología Intervencionista (FENERI) arroja resultados acerca de cómo se comporta la población frente a un paciente que sufre un ACV. La investigación analizó cómo se modificó la conducta de las personas, basándose en estudios realizados entre 2011 y 2017. Los investigadores hallaron que cada vez son más las personas que reconocen los factores de riesgo de tener un ACV, pero que al mismo tiempo hay un alto porcentaje que desconoce la forma óptima de reaccionar frente a los síntomas -alrededor de un 40%-. Es necesario, entonces, que se incremente el conocimiento de la sintomatología de un ACV y, asimismo, que se fortalezca la difusión de información para generar conciencia sobre este tema.