Reducir su consumo a la mitad equivale a caminar 30 minutos diarios.
Reducir a la mitad la cantidad de sal que los argentinos consumimos por día-en el 85% de los casos, a través de los alimentos procesados que ingerimos- tendría casi los mismos beneficios para la presión que los 30 minutos diarios de caminata recomendados para cuidar el corazón.
En el país, el argentino promedio consume casi 12 gramos de sal por día, según el Ministerio de Salud de la Nación.
En el país, tres de cada 10 mayores de 18 que viven en las ciudades son hipertensos. Es decir que sus valores de presión son de 140-90 mmHg o más. Ocho de cada 10 argentinos que mueren por una enfermedad cardiovascular tenían hipertensión. En un hipertenso, 20 mmHg menos podrían llevar sus valores a un rango «normal».
Un informe de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) sobre más de 20 efectos positivos de seis cambios del estilo de vida indica que es posible disminuir «más de 20 milímetros de mercurio (mmHg)» los valores de la presión. Para la entidad, mejorar la alimentación, controlar el peso, aumentar la actividad física y dejar de fumar son «una terapia eficaz, sin efectos adversos».
«Es una enfermedad silenciosa, asintomática y letal que sólo se puede detectar con el control de la presión», indicaron desde la SAHA, que promueve los tratamientos centrados en el cambio de hábitos. Reducir la comida «industrializada» en la mesa diaria permite, también, bajar el consumo de sal.
«Hay excelentes tratamientos farmacológicos, pero sin cambios profundos en el estilo de vida no ofrecen todos los beneficios que son capaces de dar. Por eso, el tratamiento debe ser integral», indicó a través de un comunicado Arnoldo Kalbermatter, miembro de la SAHA. Se ocupará de este tema durante el próximo Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, que se hará en abril, en Mendoza.
Además de una dieta rica en frutas y verduras, reducida en grasas, combinada con 30 minutos diarios de ejercicio (como caminar a paso rápido), dejar de fumar y eliminar el sobrepeso, la SAHA estima que disminuir el consumo de sal a 6 gramos diarios «ayudaría a reducir la presión unos 8 mmHg, algo similar a incorporar 30 minutos de actividad física aeróbica».