Recomendaciones de la OMS para reducir el contagio del Zika
Charlas de Seguridad 10 de febrero del 2016 Prevención de Riesgos No hay comentarios
La primera vez que el virus del Zika se identificó en humanos fue en 1952. Desde entonces, se han registrado brotes de enfermedad en África, América, Asia y el Pacífico. Como el dengue, este virus es transmitido por mosquitos de la familia Aedes.
La última epidemia comenzó en mayo de 2015, cuando las autoridades de salud pública de Brasil confirmaron la transmisión de virus del Zika en el nordeste del país. El pasado 28 de noviembre, el Ministerio de Salud Pública brasileño estableció por primera vez la relación entre el zika y el alarmante aumento del número de casos de bebés nacidos con microcefalia. Desde octubre de 2015 hasta la fecha, otros 21 países y territorios de las Américas han reportado la presencia del virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el virus Zika continuará extendiéndose y probablemente llegará a todos los países y territorios de la región donde se encuentran los mosquitos Aedes.
La OMS insiste en que las poblaciones de mosquitos deben reducirse y controlarse mediante la eliminación de los criaderos. Los contenedores que pueden contener pequeñas cantidades de agua donde los mosquitos sean capaces de reproducirse, deben ser vaciados, limpiados o cubiertos para evitar que los mosquitos se reproduzcan en ellos. Otras medidas incluyen el uso de larvicidas para tratar aguas de pie.
Todas las personas que viven en zonas con mosquitos Aedes deben protegerse de las picaduras mediante el uso de repelente de insectos; ropa que cubra el cuerpo tanto como sea posible; barreras físicas como puertas y ventanas cerradas; y dormir bajo mosquiteros, especialmente durante el día, cuando los insectos están más activos.
Por su parte, las mujeres embarazadas deben tener especial cuidado para evitar las picaduras de mosquitos. Aunque el zika causa solo síntomas leves, los brotes en Brasil han coincidido con un marcado incremento de microcefalia (tamaño inusualmente pequeño de la cabeza) en los recién nacidos.
Así, las mujeres embarazadas que planean viajar a zonas donde circula el zika deben consultar a un profesional antes de viajar y al regresar, y aquellas que creen haber estado estado expuestas al virus deben consultar con su médico para seguir de cerca su embarazo.