Frío. La falta de flujo sanguíneo por el frío puede producir falta de sensibilidad. La disminución de la temperatura origina una serie de cambios clínicos de mayor o menor gravedad. Así, la piel se vuelve pálida y seca. Esa disminución del flujo sanguíneo es más importante en las partes más distales o expuestas del cuerpo como las manos o pies, y las orejas. En esas zonas la falta de flujo…Seguir leyendo