Efectivos de Bomberos de la Generalitat siguen trabajando este miércoles en el tanque de óxido de etileno de la planta petroquímica de Tarragona en la que se produjo este miércoles la explosión.

La explosión de este martes en la planta petroquímica de La Canonja (Tarragona) se produjo en una empresa (LQOXE) dedicada a la producción de etileno, glicoles y derivados del óxido de etileno, un gas incoloro a temperatura ambiente y altamente inflamable que se utilizar como materia prima para elaborar otras sustancias químicas, como anticongelantes, detergentes no iónicos o fibras de poliéster, según recoge el documento de Protocolos de Vigilancia Sanitaria elaborado por la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.
Además de con estos fines industriales, el óxido de etileno se utiliza también en centros de asistencia sanitaria donde, según los expertos, al usarse en el interior de edificios o locales cerrados, se producen unas condiciones de exposición diferentes, con muchas más personas expuestas.
En este sentido, el Instituto Nacional de Cáncer señala que «los trabajadores y las personas que viven cerca de instalaciones industriales que producen o usan óxido de etileno pueden verse expuestas debido a emisiones industriales no controladas«.
Y es que el óxido de etileno es muy venenoso, por lo que su emisión sí es altamente peligrosa, pero no lo es si se quema como ha ocurrido en la planta petroquímica de Tarracona, según explican fuentes del ámbito de la investigación química. Este es el motivo por el que no se produjo una nube tóxica, como anunciaron desde los primeros momentos de la explosión fuentes de la Generalitat para tranquilizar a la población. Por ello, ahora se está dejando que arda de forma controlada el óxido de etileno que queda en el tanque, para evitar cualquier riesgo de escape. Explicado de una forma gráfica, si tenemos sobre la mesa un frasco de óxido de etileno, es preferible que arda a que se derrame, porque esto último sí que sería peligroso para la salud de las personas que están en el entorno. Las mismas fuentes especializadas en productos químicos insisten en que el suceso ocurrido en la planta petroquímica de La Canonja no entraña peligro para la población.
