El alacranismo o escorpionismo es un cuadro clínico, potencialmente grave y letal, que se produce por la picadura e inoculación de veneno de diferentes especies de alacranes del género Tityus. La picadura de la especie del Tityus trivittatus (la especie más venenosa de las presentes en el país, que se diferencia de las demás por ser de color marrón claro) puede ser, según el Ministerio de Salud de la Nación peligrosa sobre todo en ancianos o niños y en personas con problemas de salud (por ejemplo, hipertensos, cardiópatas o diabéticos).

Consultado por Infobae, el jefe de División Toxicológica del Hospital Fernández, Carlos Damin (MN 81.870), explicó que «si bien puede ser grave tanto en adultos como en niños, el veneno es mucho más tóxico en los casos infantiles. En adultos, sin embargo, es raro que sea grave».
El cuadro que producen estas picaduras son intoxicaciones agudas, provocadas por el veneno del animal: una neurotoxina que actúa sobre terminales nerviosas periféricas del sistema nervioso simpático y parasimpático.
CÓMO RECONOCER Y PREVENIR A LOS ALACRANES
En el caso de un alacrán adulto, los ejemplares son de entre 40 y 65 milímetros, generalmente de color amarillento o amarillo rojizo, con tres bandas oscuras longitudinales en su dorso. Aunque los ejemplares más jóvenes son de coloración más clara. Tienen cuatro pares de patas, un par de pinzas, y un par de quelíceros, como una suerte de mandíbula.
