El boom en el uso de carbón en Europa y Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial tuvo tal impacto ambiental, que en muchos países se aprobaron leyes limitando la emisión de dióxido de azufre. Al combinarse con vapor de agua en la atmósfera, el dióxido de azufre forma ácido sulfúrico, que cae a la tierra durante precipitaciones, en un fenómeno conocido como lluvia ácida.
A medida que las emisiones de dióxido de azufre disminuyeron, la temperatura global comenzó a aumentar y los investigadores creen que algo similar está ocurriendo ahora, a medida que China y otros países asiáticos intentan combatir la contaminación instalando en sus plantas equipos para extraer el azufre.
Los datos de los últimos dos años sugieren que la temperatura global ha comenzado a aumentar nuevamente. La rapidez dependerá del ritmo al que las economías asiáticas modernicen sus instalaciones.
La quema de carbón en China ya se había duplicado en las dos décadas posteriores a 1980, según datos de la Agencia de Información sobre Energía de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés).
Pero aumentó dramáticamente a partir de 2002, volviendo a duplicarse en el período de cinco años hasta 2007. Esta información no llegó a ser incluida en el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, IPCC, divulgado en 2007.
Los expertos señalan que otros factores también influyeron en el freno del calentamiento global entre 1998 y 2008. Por un lado, el ciclo solar registró un declive a partir de 2002.
Por otro, 1998 también fue un año pico en temperaturas por el fenómeno de El Niño, que transfiere calor desde los océanos a la atmósfera. De modo que si bien hay una tregua en el calentamiento global si se estudian variaciones desde 1998, sí hay un incremento en la temperatura si se parte de 1997 o 1999.