El trabajo con metales es tal vez uno de los que más accidentes de manos registra. Las razones son tan simples como las medidas de protección.
El trabajo con metales involucra con frecuencia altas temperaturas y herramientas de gran poder capaces de cortar, doblar o moldear los metales de distintas maneras. Por supuesto, la capacidad y fuerza de estas herramientas al actuar sobre nuestro cuerpo pueden ocasionar lesiones enormes y en algunos casos permanentes, como mutilaciones.
Encontrar trabajadores metalmecánicos con este tipo de lesiones desafortunadamente no es algo muy raro. Cada vez que me encuentro con alguno le pregunto sobre el accidente y con mucha frecuencia llego a la conclusión que hubo dos motivos fundamentales:
- Distracción
- Exceso de confianza