Los cilindros de gas comprimido son elementos de uso frecuente en tareas de mantenimiento, sin embargo una manipulación o almacenamiento inadecuados pueden convertirlos en bombas en potencia y esto no es ninguna exageración, sino una descripción bastante exacta en lo que estos equipos pueden llegar a transformares.

A continuación daremos unas ideas básicas para que podamos utilizar estos equipos siempre con la mayor seguridad posible:
- Los cilindros de gas deben almacenarse, transportarse y utilizarse siempre en posición vertical y firmemente sujetos para evitar su caída.
- Si por error se ha dejado un cilindro de acetileno inclinado, colóquelo en posición vertical y manténgalo así por una hora por lo menos antes de usarlo.
- Manipule todos los cilindros como si estuviesen llenos. Si se encuentran vacíos identifíquelos.
- Se recomienda almacenar los cilindros de oxígeno y gas combustible a una distancia mínima de 6 metros o separados por una pared de 1.5 metros de altura, separando también los vacíos de los llenos y en áreas externas o bien ventiladas.
- La exposición al sol durante períodos prolongados puede producir un aumento peligroso de la presión. Los cilindros no están diseñados para soportar temperaturas que sobrepasen los 54°C.
- Para el movimiento de cilindros manténgalos en un portacilindros construido para tal fin, retire los reguladores y ponga una tapa de protección en las válvulas. Esta tapa o “capuchón” evitan la rotura de la válvula en caso de caída del cilindro, que si ocurriera y la válvula se rompiera, el cilindro se comportaría como un misil a reacción, destruyendo todo lo que encuentre a su paso con alto riesgo de explosión.
- No se refiera al acetileno con la palabra “gas” o al oxígeno con la palabra “aire”. Emplee siempre el nombre apropiado.
- Mantenga los cilindros a una distancia mínima de 6 metros de materiales inflamables y lejos de llamas abiertas.