Charlas de Seguridad 18 de julio del 2011 Prevención de Riesgos No hay comentarios
Me siento como un hombre rico!!!
Tengo dos brazos
Dos piernas
Dos pies
Dos manos
Diez dedos en los pies
Diez dedos en las manos
Tengo dos ojos
Lo que es más: todas esas cosas están en buenas condiciones y deseo mantenerlas así.
Cuando a una persona le falta una parte del cuerpo o no puede usarla apropiadamente, lo llamamos lisiado, inhábil. Un hombre con desventajas frente a la vida.
En la vida, tener la desventaja de unos dedos menos, o ser ciego o sordo, es algo que hace todo el negocio de vivir y trabajar más difícil y más duro, y esta gente tiene que trabajar más fuerte que el resto de nosotros para cumplir su cometido.
No hay nada en nuestra labor que nos cause un accidente que nos dejen inhábiles. Pero no hay ninguna clase de trabajo en el cual no puedan ocurrir accidentes que nos dejen lisiados. Cualquier máquina puede invalidar si no se la maneja correctamente, desde una cafetera (eliminando la tercera patita del enchufe-puesta a tierra) hasta una máquina mas sofisticada (aceitándola o intentándola repara en movimiento), de estos dos ejemplos uno se está arriesgando a quedarse electrocutado y a reventarse una mano.
La más leve cortadura puede infectarse a menos que se la cure inmediatamente, y una infección fuerza al médico a cortar el dedo o la mano o el pie infectado.
Un ojo se daña fácilmente, aún el pedacito más pequeño de metal o chispa o salpicadura de aceite puede perjudicarnos. Lo mismo pasa con los ácidos, químicos u estallidos de bombillas de luz. Por eso es que algunas de nuestras operaciones requieren protección de los ojos: para evitar a usted la grave desventaja de la ceguera.
Los accidentes que producen incapacidades permanentes: caídas, quemaduras, etc. Pueden ocurrir en el trabajo o en la casa. Pero pueden suceder u suceden. De tal manera que si se quieren evitar incapacidades, debemos aprender a caminar con seguridad, respetar las cosas que pueden quemar o explotar, mantener nuestros ojos abiertos al tráfico, ya sea en la calle o en los corredores de la empresa.
Las mujeres están más afectadas que los hombres por otras cosas: su buena apariencia. Por su propio bien, por el de su esposo o su novio, quieren y deben mantener su buena presentación. Por eso cuando les exigimos ponerse su gorra es en beneficio de su cabello. Y no olviden que una lesión puede causar una cicatriz de esa linda cara o provocar un impedimento en su habilidad para bailar.
Nadie quiere ser un lisiado, un inhábil par el resto de su vida. Yo menos que nadie. De tal manera que conservémonos libres de accidentes, trabajando juntos en forma sana y segura.