Las sufren asmáticos y quienes tienen EPOC. Las partículas y gases como las que liberó el volcán chileno Puyehue son nocivas al ser inhaladas. Especialistas dicen que no hay que alarmar sino prevenir.
Paola Bruno – pbruno@losandes.com.ar
Después de que la nube de ceniza volcánica sobrevolara el cielo de San Rafael y Malargüe esta semana, es importante tomar algunas medidas de precaución para cuidar el sistema respiratorio, sobre todo porque esta situación persistirá algunos días más. Si bien en la provincia el tema no es crítico, es clave prevenir; más aún las personas con enfermedades respiratorias preexistentes, como asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Hace seis días que la Patagonia está cubierta por cenizas del volcán chileno Puyehue, lo que afectó las operaciones aéreas de todo el territorio provincial. Aunque en Mendoza la realidad dista mucho de ser parecida a la del sur argentino, especialistas locales y de Buenos Aires explicaron por qué es bueno proteger el sistema respiratorio.
Según Pablo Scherbovsky, jefe de Neumonología de la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (Fuesmen), el objetivo no es alarmar a la población y sí prever algunas situaciones. «Hay que saber que estas partículas tienen implicancia en la salud, ya que afectan la vía aérea superior y pueden producir rinitis y afecciones en la tráquea», argumentó el médico.
Los síntomas
Si se trata de asmáticos o personas que padecen EPOC (afección que llegó a los medios porque fue la que tuvo el cantante Sandro), los cuidados deben ser más estrictos. «Por ejemplo, en los asmáticos se puede manifestar una hiperreactividad ante estas partículas; el cuerpo responde para defenderse con los recursos que tiene», explicó Scherbovsky.
Especialmente, estas personas deben usar barbijo, sellar todos los sitios del hogar por los cuales puedan ingresar las partículas y mantener los ambientes húmedos.
Mientras, quienes no tienen una afección respiratoria previa, también pueden presentar un cuadro irritativo reversible. «Esto va a depender del tiempo que se esté expuesto y de la concentración de partículas, pero se puede dar sequedad en la garganta y en los ojos y, también, tos», aseguró Daniel Pérez Chada, jefe de Neumonología del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires.
La contaminación
Pérez Chada indicó que la contaminación aérea por erupción volcánica está compuesta por gases y partículas sólidas en suspensión. Los gases más frecuentemente involucrados son monóxido de carbono, dióxido de carbono y vapor de agua, los que se diluyen rápidamente en la atmósfera.
Es importante recordar que las cenizas volcánicas son una mezcla de partículas minerales de diversos tamaños y la mayoría son abrasivas y lastiman las superficies del organismo donde se depositan. Por ejemplo, la piedra pómez y los polvos limpiadores de utensilios metálicos se extraen de las cenizas volcánicas.
Además, los volcanes también eliminan sustancias gaseosas, compuestas por vapor de agua mezclado con dióxido carbónico, dióxido sulfúrico, sulfuro de hidrógeno y flúor, muchos de estos peligrosos para la salud.
Estas sustancias se filtran en la atmósfera y pueden contaminar el aire, el agua y el suelo, con peligro para la vegetación, los animales y la salud de los seres humanos.