Hace unos días estuve de visita en una planta industrial donde se encontraba una enorme valla que decía “la seguridad, responsabilidad de todos”. Durante mi charla con unos veinte trabajadores, pregunté qué significaba para ellos ese mensaje. Infortunadamente aparecieron veinte respuestas similares pero no iguales.
Entre las respuestas, hubo una buena variedad respecto a que la seguridad es primera que cualquier otra cosa en el trabajo, también respondieron otras variedades referentes a que es necesario el uso de equipo de protección para trabajar y otras sobre las normas de obligatorio cumplimiento en el trabajo.
Pero ninguna de las respuestas estaba en realidad relacionada con la responsabilidad.
Recuerdo en la universidad haber oído que “lo que se delega es el trabajo, pero no la responsabilidad” y las respuestas anteriores trajeron ese recuerdo a mi mente de inmediato.
En realidad la responsabilidad no se delega. Un pequeño accidente igual que una muerte no es delegable. El director de la empresa no puede disculparse ante el juez con la simple frase de “la seguridad es responsabilidad de todos” porque el juez le contestará que “velar por la integridad de los trabajadores es responsabilidad del representante legal de la empresa”
Aquí llega el tema de la responsabilidad en línea: cada jefe es responsable no solamente de sus subalternos inmediatos, sino de todos los subalternos que se encuentren bajo su línea de mando. Por esta razón, el jefe de todos es también responsable de proporcionar los recursos y facilidades para la integridad de todos los que se encuentran bajo su dirección.
Por otra parte, está el tema individual. Nadie más interesado en la seguridad de cada uno que uno mismo. Al final, quien sufre los días de incapacidad, quien termina herido o puede llegar a fallecer es la persona misma. Esa es la razón por la que cada uno debe preocuparse por su propia seguridad. Y si cada uno en realidad cumple con esto, podemos llegar a tener un ambiente general seguro, que definitivamente hará que la seguridad sea un asunto de todos, aunque el responsable siga siendo quien dirige la empresa.