Todos nosotros tenemos un instinto de protección frente a una situación adversa en situaciones normales. Al caminar por una calle y ver un perro bravo y sentir que se trata de una amenaza porque nos puede atacar, nuestro organismo empieza a prepararse para defenderse, ya sea corriendo, o cogiendo un palo. Lo cierto es que internamente el organismo envió varios mensajes al cerebro por el instinto de defensa. Sin embargo,…Seguir leyendo